El presidente estadounidense advirtió que no permitirá que pidan refugio quienes crucen ilegalmente y amenazó con cerrar toda la frontera sur.
Unos 500 migrantes centroamericanos se lanzaron el domingo sobre la valla fronteriza que divide a México de Estados Unidos, pero la Policía lanzó gases lacrimógenos sobre la multitud.
Los migrantes treparon sobre una de las dos vallas fronterizas y un puñado consiguió por momentos superar la segunda, cubierta de alambre de púas.
Los centroamericanos habían participado, más temprano, de una marcha hacia el puente fronterizo El Chaparral, en la ciudad de Tijuana, para exigir que Estados Unidos les permita pasar para solicitar refugio.
El intento de cruzar la valla tomó desprevenida a la policía de México que estaba cerca de la manifestación y se vio superada.
Tras el incidente, Estados Unidos cerró por completo el paso fronterizo con Tijuana, aunque horas después permitía el paso de peatones.
El ministerio de Gobernación de México advirtió deportará inmediatamente a las personas plenamente identificadas que intentaron cruzar, aunque no informó de detenidos.
La alcaldía de Tijuana dijo, por su parte, que arrestó a 24 hondureños y 15 mexicanos, sin precisar si los entregó a Gobernación.
Estos migrantes, en su mayoría hondureños, salió hace más de un mes de San Pedro Sula y más de 5.000 han llegado hasta Tijuana.
