Fuera de la corte hubo algunos enfrentamientos entre policías y manifestantes que protestan contra el juicio.
Los activistas de los Comités de Defensa de la República cortaron rutas en la noche y luego se sentaron en la calle frente a la Fiscalía Superior de Cataluña cortando la circulación. Agentes de los Mossos d'Esquadra retiraron uno a uno a los manifestantes lo que provocó algunos roces.
Desde Berlín el expresidente catalán que lideró el intento de secesión en 2017, aseguró que el juicio es un test para la democracia española.
"Hemos visto personas honorables, inocentes, demócratas, gente que ha actuado bajo el mandato del Parlamento, sentados en el banquillo de los acusados como criminales. Criminales por delitos que no se han producido, por delitos de los que no hay ninguna prueba", dijo Puigdemont.
El Tribunal Supremo empezó a juzgar a doce de los dirigentes independentistas acusados por impulsar un referéndum de autodeterminación y declarar posteriormente la República Catalana.
Puigdemont es el gran ausente del juicio porque se fue a Bélgica justo después de la fallida declaración de independencia, poco antes de que varios compañeros ingresaran en prisión preventiva.
Las penas solicitadas por la Fiscalía oscilan entre los siete años para los tres acusados por malversación hasta los 25 años para el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, acusado de rebelión, malversación y desobediencia.
