El caso reaviva las históricas protestas contra el racismo tras la muerte de George Floyd.
Crece la ira en Estados Unidos tras un nuevo caso de brutalidad policial contra un afroestadounidense. Cientos de personas protestaron el lunes por segunda noche consecutiva, tras conocerse un video con el caso de Jacob Blake, de 29 años, a quien un policía disparó varias veces por la espalda en presencia de sus tres hijos.
La policía antidisturbios usó gases lacrimógenos contra los manifestantes poco después de que entrara en vigor el toque de queda fijado entre las 20H00 del lunes y las 07H00 del martes.
Los policías respondían al lanzamiento de botellas de agua y de fuegos artificiales por parte de los manifestantes
"Queremos a los agentes que le dispararon a Jacob Blake por la espalda, queremos que los despidan, que los arresten y los queremos procesados", dijo uno de los manifestantes.
La policía informó que el tiroteo "que involucró a un oficial" ocurrió al responder a un incidente doméstico, en la tarde del domingo. Según el abogado de Blake, el hombre solo intentaba detener una pelea entre dos mujeres y recibió los disparos a quemarropa.
Las autoridades dijeron que dos policías fueron suspendidos y que se inició una investigación sobre el caso.
Blake fue trasladado de urgencia a Milwaukee. Según medios locales, su estado de salud mejoraba tras ser operado.
Cientos de personas también marcharon en la ciudad de Nueva York para protestar por el ataque, que tuvo lugar tres meses después de que el afroestadounidense George Floyd muriera asfixiado por un policía blanco en Minneapolis, un crimen que desató una ola de manifestaciones a nivel mundial.
