La carrera se preveía peligrosa por las precipitaciones que habían caído más temprano, que hacían las calles más resbaladizas.
Ni las lluvias los detuvieron. Así transcurría el primer encierro de las fiestas de San Fermín en Pamplona.
La celebración más famosa de España atrae cada año a cientos de miles de personas.
La jornada dejó cinco personas heridas, una de ellas por una cornada de un toro.
La carrera se preveía peligrosa por las precipitaciones que habían caído más temprano, que hacían las calles más resbaladizas.
El encierro fue relativamente rápido y los animales tardaron dos minutos y 54 segundos en recorrer los 848 metros del tradicional recorrido por las estrechas calles de Pamplona.
Cualquier persona de más de 18 años puede participar en la carrera.
Pero las autoridades no dejan de advertir del peligro, en una fiesta que ha dejado 16 muertos desde 1911, el último en 2009.
En la edición pasada, 51 participantes resultaron heridos, incluyendo siete corneados.
