Congreso brasileño aprueba proyecto que amplía posesión de armas en zona rural

La posesión y el porte de armas han sido temas de interés del presidente Bolsonaro, quien defiende una política armamentista contra el crimen y presentó en el primer semestre del año siete decretos al respecto, cuatro de ellos en un mismo día.

La Cámara de diputados de Brasil aprobó la noche del miércoles un proyecto de ley que amplía la posesión de armas en las zonas rurales. El texto espera ahora por la sanción o veto del presidente Jair Bolsonaro.

Con una votación de 320 contra 61, los diputados dieron luz verde al texto que permite que los ciudadanos en zonas rurales puedan tener un arma no sólo en la casa principal de una hacienda, como es permitido según la legislación vigente, sino en cualquier parte de su propiedad.

La posesión y el porte de armas han sido temas de interés del presidente Bolsonaro, quien defiende una política armamentista contra el crimen y presentó en el primer semestre del año siete decretos al respecto, cuatro de ellos en un mismo día.

Tras críticas y vetos de legisladores que argumentaron que algunos de los puntos abarcados en los textos no pueden realizarse por decreto, el mandatario de ultraderecha presentó un nuevo proyecto de ley para cambiar la legislación vigente sobre armamento.

Otros puntos, como lo relativo a la posesión de armas en zona rural, son trabajados de forma individual.

Durante la votación del miércoles, los diputados a favor del proyecto apuntaron que la medida era necesaria para garantizar la seguridad en el campo.

"El arma, que en las manos de los bandidos es una amenaza a la sociedad, en las manos del ciudadano de bien es garantía de paz social", dijo el relator del proyecto, Afonso Hamm, del partido de derecha Progressistas.

Los que se opusieron a la modificación apuntaron que ampliar la posesión de armas sólo fomentará mayor violencia en el campo.

En 2017, la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT) registró 71 asesinatos en conflictos por la tierra, el mayor balance en 14 años.

En 2018, la cifra disminuyó a 25 casos, sin embargo la CPT afirma que lejos de significar una reducción de la violencia los ataques en el campo se volvieron más selectivos, apuntando directamente a líderes.

(AFP)


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