Decenas de migrantes indocumentados siguen ingresando diariamente por la frontera sur de México pese al endurecimiento de la vigilancia

Están tomando más riesgos para llegar a Estados Unidos.

Los esfuerzos que hacen los migrantes centroamericanos para llegar a Estados Unidos, van creciendo a la par de los intentos de las autoridades de México para frenar su paso. Su tránsito por el país involucra ahora más riesgos, a través de rutas más peligrosas.

Después que Estados Unidos amenazara al gobierno mexicano con la imposición de aranceles a todas sus exportaciones, la vigilancia se vio endurecida con la presencia de la recién creada Guardia Nacional. Según los migrantes, ahora los traficantes de personas, conocidos como polleros, cobran unos 26 dólares por cruzar, por ejemplo, el tramo que separa El Naranjo en Guatemala, del cruce con México. Una vez ahí, hay otra tarifa de 42 dólares por los 62 km que llevan a Tenosique, la localidad donde pasa el tren conocido como “La Bestia” y que algunos abordan de manera arriesgada para llegar hasta la turística ciudad de Palenque.

En este punto, cuando el tren se detiene, los migrantes pueden encontrar ayuda en albergues que les proporcionan temporalmente alimentos y un lugar de descanso seguro.

Las largas caminatas también provocan que lleguen “muy lastimados y cansados”, además de deshidratados y enfermos. Tras seis horas detenido, el tren retoma su paso y con él, el ánimo de los viajeros, muchos de ellos familias con niños.


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