Desde nueve puntos de Caracas, los venezolanos marchan bajo el grito “¡Venezuela, despierta y reacciona!”

Maduro, agobiado por las crecientes presiones internacionales, también llamó a movilizaciones similares.

La capital amaneció desierta. En las calles hay equipos antimotines, camiones cisterna y blindados. Las columnas recorrerán 15 km. El oficialismo moviliza a sus bases.

Los venezolanos se despertaron este martes bajo el grito del presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó: “Venezuela: Despierta y reacciona es el momento”, que es una frase que lanzó el papa Juan Pablo II cuando visitó por primera vez el país el 26 de enero de 1985.

La frase del papa viajero fue recordada por Guaidó porque la concentración de la gran marcha en Caracas será en la plaza “Juan Pablo II” en Montalbán, situada al oeste de la ciudad, una zona alejada a unos 15 kilómetros desde cualquiera de los nueve puntos de encuentros fijados para la manifestación de protesta contra Nicolás Maduro.

A las 10 de la mañana los caraqueños se disponían a marchar hasta la plaza de Juan Pablo II. Las trompetas llamaban para la gran marcha. Según la encuestadora Meganálisis, el 81% de los venezolanos aspira que Juan Guaidó se juramente este martes como Presidente de la República y el 84% quiere que Maduro se vaya y entregue el poder.

A pesar del sorpresivo cambio de lugar, en donde “el este se traslada al oeste”, es decir, la clase media visita al sector popular, Caracas amaneció el martes desierta con los comercios cerrados como si fuera un día feriado. La mayoría de las tiendas no abrió por temor a saqueos y disturbios violentos que en la víspera cerraron con cacerolazos y enfrentamientos nocturnos con las autoridades en la zona oeste de la ciudad.

La plaza Juan Pablo II está situada frente a la sede del episcopado y cerca de la Universidad Católica Andrés Bello, donde Juan Guaidó se graduó de ingeniero industrial. Es una zona popular que también está cerca del Palacio de Miraflores y de los ministerios.

La plaza papal y las avenidas amplias que la circundan permiten concentrar una gran manifestación de un millón de personas. También es una zona tranquila y segura. Además tiene el respaldo de la iglesia católica que ha sido uno de los críticos más fuertes contra el régimen de Maduro y promotora de la reunificación de los venezolanos.

Horas antes de la manifestación el presidente del parlamento, Juan Guaidó, participó en la sesión plenaria dirigiéndose al pueblo venezolano y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), indicándole que este miércoles 23 de enero es una fecha histórica para el país y para el futuro de “nuestros hijos”.

“La violencia se la dejamos a otros, mañana (hoy) nos reencontraremos como pueblo y le hablaremos al mundo de los pasos que vamos a tomar para que cese la usurpación, de los elementos concretos para lograr una transición, unas elecciones libres. Mañana (hoy) no podemos caer en provocaciones y sé que no es fácil, porque somos de sangre caribeña, de sangre fuerte, ancestral y libertadora, lo sé”.

También señaló que este 23 no es un día para saltar tranqueras porque ya no existen. “Están tan bajitas; que estamos todos en un mismo corral, de los que nos falta agua, gas, electricidad. Ya estamos todos juntos hermanos y hermanas en este proceso y lo estamos convocando a usted para continuarlo”.

Indicó que este 23 de enero el pueblo se reconocerá y ejercerá como mayoría en cada rincón de Venezuela en los más de 50 puntos en el territorio nacional donde se ha convocada la concentración a la que han denominada “Gritemos con brío”.

Pero la marcha de este martes servirá para mediar fuerzas en la calle con el oficialismo.

Maduro, agobiado por las crecientes presiones internacionales, también llamó a movilizaciones similares

Desde el amanecer algunas calles del centro y el este de la capital, donde se realizarán las marchas, fueron tomadas por la policía, y en la céntrica Plaza Venezuela fueron apostados varios centenares de guardias nacionales con equipos antimotines y camiones cisterna y blindados.

Las principales autopistas y avenidas capitalinas amanecieron con escasa presencia de vehículos y transeúntes, y numerosos comercios no abrieron sus puertas.

Las marchas convocadas coinciden con el aniversario del establecimiento de la democracia venezolana tras la caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez en 1958, lo cual ha generado gran expectativa tras la escalada en los últimos días de los enfrentamientos entre el gobierno y la Asamblea Nacional, que controla la oposición.

Las marchas, como sucede siempre, encuentran en las redes sociales un aliado, no solo para fogonear manifestaciones a lo largo de Venezuela, sino además en varias ciudades del mundo.

En Buenos Aires está prevista una concentración a las 18 horas frente al teatro Colón.


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