Un nuevo cortocircuito se registró entre las dos economías.
El mandatario anunció un “pequeño” arancel de 10 % sobre los 300 000 millones de dólares restantes en importaciones del gigante asiático a partir del próximo 1 de septiembre.
Explicó que, a pesar de esta medida, las negociaciones continúan y que no incluyen los aranceles de 25 % sobre otros 250 000 millones de dólares.
Esta misma semana, el equipo de negociadores estadounidenses y chinos concluyeron una breve ronda de conversaciones comerciales que Beijing describió como "constructivas", pero sin grandes avances.
Trump y el presidente chino Xi Jinping acordaron reactivar los esfuerzos para poner fin a la guerra comercial en junio, durante la Cumbre del G20.
Sobre el por qué de esta medida, Trump indicó que, si bien las conversaciones en Beijing fueron “constructivas”, “pensamos que teníamos un acuerdo con China hace tres meses, pero lamentablemente, China decidió renegociar el acuerdo antes de firmarlo”.
Si bien aún no ha respondido a esta nueva medida, durante la primera ronda de aranceles, Beijing no se quedó atrás, gravando productos estadounidenses por un valor de 110.000 millones de dólares.
Estados Unidos y China tienen programado retomar las negociaciones en septiembre.
