Los combates se dan en el último reducto de los yihadistas, que controlan menos del 1 % del territorio sirio.
Centenares de personas huyen de los violentos combates entre yihadistas del grupo Estado Islámico y las Fuerzas Democráticas Sirias.
La alianza entre kurdos y árabes busca terminar con la última porción de terreno del grupo Estado Islámico, situada en la provincia de Deir Ezzor, al este de Siria.
Mujeres y niños caminan varios kilómetros bajo el sol hasta el territorio controlado por las FDS, donde son recibidos y transportados en vehículos militares a una zona segura, después de someterlos a un interrogatorio y tomar sus huellas.
Desde diciembre, más de 38.000 personas han huido de los combates, incluyendo familiares de los propios yihadistas.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, el avance de las fuerzas de la coalición es lento ya que los cerca de 600 yihadistas que quedan han enterrado minas en gran parte del área que comprende el pueblo de Baghuz hasta la frontera iraquí.
El asalto final contra el grupo Estado Islámico es el principal frente de la guerra en Siria, que ha dejado más de 360.000 muertos desde 2011.
