El Medio Oriente se sacude por escalada de tensión entre Arabia Saudita e Irán

La ejecución de un clérigo opositor en Arabia Saudita provocó una ola de protestas, quema de embajadas y ruptura de relaciones diplomáticas.

Las dos potencias más grandes del mundo árabe se están enfrentando y la tensión en el Medio Oriente va escalando de una manera distinta a la reciente: Arabia Saudita ejecutó a 46 personas, entre ellas el clérigo opositor Nimr Baqir al Nimr, por su supuesto rol en las protestas de 2012 en ese país. Así desató la furia de Irán, la nación islámica de mayoría chií, la rama de esa religión a la que pertenecía el fallecido clérigo al que apoyaban. Arabia Saudita tiene, por el contrario, un régimen de origen suní.

Las consecuencias de la ejecución va más allá de la tensión creciente entre la capital saudí Riyad y la iraní de Teherán. La familia del imán reclama su cuerpo,  enterrado en un lugar secreto. El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Jaberi Ansari, acusó a Arabia Saudita de incrementar la tensión en la región, mientras que el líder supremo iraní, el Ayatollah Alí Jamenei, ha calificado de "levantamiento popular" a la reacción que tuvo la gente. Nimr Baqir al Nimr había sido arrestado en 2012. Incluso se prendió fuego la embajada saudí en Teherán, lo que motivó la ruptura de relaciones entre ambos países.

Esta nueva crisis entre Riyad y Teherán ha suscitado manifestaciones de la comunidad chií en otros países. Pero el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel al-Jubeir, señaló a Irán como el instigador de célular terroristas de su país en Arabia, algo que según dijo su gobierno no quiere permitir."Estamos decididos a no permitir que Irán socave nuestra seguridad", afirmó. A eso se debe agregar que el país saudí también ha sido criticado como financista del terrorismo árabe.

Este capítulo puede tirar abajo los esfuerzos logrados sobre el conflicto sirio. Tiene implicancias políticas muy severas y está preocupando al resto del mundo: Estados Unidos pidió que se rebaje la tensión y mira de reojo al resto del Medio Oriente. Los partidos políticos en Europa empezaron a reclamar a Angela Merkel que condene los hechos. Arabia Saudita ha sido hasta el momento aliado de las potencias occidentales, mientras Irán se mantuvo cerrado desde hace unas cuatro décadas. Recién en los últimos años, con la salida del poder del presidente Mahmud Ahmadineyad y la llegada del más abierto Hassan Rouhaní.


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