El papa recibió por segunda vez en el Vaticano al presidente de Argentina, un encuentro cálido y amigable, durante el que abordaron temas como la pobreza y la situación en Colombia.
Al contrario de lo ocurrido hace ocho meses, cuando conversaron sólo unos 20 minutos, Francisco y Macri esta vez tuvieron "una larga charla sobre lo que pasa en Argentina y el mundo", indicó el mandatario argentino tras calificar el encuentro de "muy positivo".
El jefe de Estado argentino, que llegó la víspera a Italia para asistir el domingo a la canonización del religioso argentino José Gabriel del Rosario Brochero (1840-1914), conocido como "el cura Brochero", figura muy comprometida con las capas más pobres de su país, estaba acompañado por su esposa, Juliana Awada, la hija de ambos y sus dos hijas de matrimonios anteriores.
La reunión, que tuvo un carácter privado, se llevó a cabo en el estudio anexo del Aula Pablo VI, y uno de los temas abordados fue la lucha contra la pobreza y el narcotráfico, contó Macri en una conferencia de prensa celebrada tras el encuentro.
Curiosamente se evitó hablar de la esperada visita de Francisco a Argentina, ya que el papa en reiteradas ocasiones e inclusive con un video-mensaje explicó que por razones de agenda excluye viajar a su país en el 2017.
"Sabe que todos queremos que venga, que esperamos su visita", comentóMacri.
"Siempre es positivo encontrarse con él y confirmé de nuevo que es un líder moral para mí", reconoció el mandatario, quien subrayó que viajó "con una agenda de temas que quería compartir con él".
- Pobreza y narcotráfico, los desafíos de Macri -
Los dos líderes coincidieron en que la solución de la pobreza pasa por "la creación de empleo de calidad", dijo Macri, quien lleva diez meses al poder.
"Hablamos también de los indicadores de la pobreza", precisó el presidente: "Muchas familias no la están pasando bien, hay mucho por hacer, eso lo compartimos con el papa", aseguró tras recordar que mantiene regularmente conversaciones telefónicas con el pontífice.
"Traje un montón de información sobre lo que hicimos estos meses, de las percepciones que tengo y quería saber sus opiniones", explicó el mandatario.
Según los últimos indicadores de pobreza en Argentina, revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) un 32,2% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, un tema que preocupa tanto al pontífice como al mandatario de ese país.
"El Indec no dice más mentiras y señala qué tan alto es el índice de pobreza, lo que nos convoca a una tarea enorme", reconoció.
"Hablamos también de los cambios climáticos", adelantó Macri, quien tiene planeado desarrollar parques eólicos, un experimento que el papa le aseguró que funciona bien en el Vaticano.
"Me dijo que el edificio en que estábamos (sala Pablo VI, ndr) funciona con luz solar. Y que también la mitad de la Casa de Santa Marta, el hotel interno donde se aloja, tiene la mitad de la electricidad proveniente de paneles solares", contó.
A propósito del narcotráfico, tema que preocupa desde hace años al pontífice latinoamericano, Macri explicó que el papa le instó a combatir sin descanso el fenómeno.
"Me dijo que es una batalla en la que no hay que ceder", explicó el mandatario.
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Macri, que estaba distendido, aseguró que hablaron también de los conflictos que azotan al mundo, y en particular del de Colombia, "que es tal vez el más cercano para los argentinos", dijo.
Coincidieron, volvió a asegurar Macri, -quien asistió a finales de septiembre a la firma de la paz en Colombia-, en que esperan que la negativa a los acuerdos de paz expresada en el referéndum, se convierta "en la oportunidad de abrir una nueva negociación que termine finalmente en un proceso de paz consolidado".
Se trataba, si bien indirectamente, de la primera reacción del papa Francisco al rechazo en un plebiscito al acuerdo de paz firmado por el gobierno con la guerrilla de las FARC.
Varias bromas y anécdotas divertidas ocurrieron durante la reunión, entre ellas las preguntas inocentes de la hija menor de Macri al papa.
"¿Tiene papás?, ¿duerme con la misma ropa?, ¿qué come?" preguntó Antonia, de 5 años, a Francisco, quien contestó divertido, confesando entre otras que duerme en piyama y come lo mismo que ella.
(AFP)
