El perfil de los atacantes de Brasil: uno era fanático de los revólveres y de los videojuegos violentos; el otro era seguidor de Bolsonaro

"Eran niños normales. No usaban drogas", contó un vecino que los vio crecer.

Horas después del ataque a un colegio de la localidad de Suzano que causó conmoción en la sociedad brasileña comienzan a conocerse detalles de los atacantes.

Guilherme Taucci Monteiro era fanático de los revólveres, de la serie The Walking Dead y amaba jugar videojuegos con misiones asesinas. En sus redes sociales, posteaba fotos suyas armado y compartía su admiración por el mandatario de derecha, que asumió en enero. Antes del tiroteo, el adolescente publicó 30 fotos en las que viste las prendas usadas en el atentado, incluida la máscara de calavera. Además, seguía páginas de ventas de armas e integraba grupos de amantes de cuchillos.

Y de acuerdo a lo publicado por el portal Epoca, del diario O Globo, el más joven de ellos era seguidor del presidente Jair Bolsonaro, que durante su campaña electoral se mostró en contra de los homosexuales, cercano a los militares y a favor de flexibilizar las condiciones para comprar armas.

Respecto de Bolsonaro, antes de las elecciones compartió mensajes en su apoyo, como uno que decía: "Mi candidato es apoyado por la policía, el suyo es buscado por ella", frase acompañada por una foto del presidente abrazado a policías. Monteiro además interactuaba con contenidos de uno de los hijos del presidente, Eduardo. Estaba en contra del feminismo y a favor de la tenencia de armas.

Monteiro se conoció con Castro en la infancia. Andaban siempre juntos. "Eran niños normales. No usaban drogas", contó al diario Folha Cássio Nogueira, un vecino que los vio crecer. "Nunca noté un rasgo que indicara que una cosa así podía ocurrir. Salían de paso, solían jugar videojuegos de tiros pero casi todos juegan", comentó Tatiane Motta, quien trabajaba en el lugar de videojuegos que los atacantes frecuentaban. Las personas que los conocían los calificaron como jóvenes cerrados, que insultaban mucho y en voz alta cuando jugaban.

El dolor de una familia

Tatiana Taucci es la madre de Monteiro y habló con la prensa sin consuelo. Escondiendo su rostro de la cámara de la televisora Band News, comentó que su hijo había sufrido abusos en la escuela. "Le hacían bullying. Dejó de ir a la escuela a causa de eso. Lo molestaban porque tenía muchos granos", contó y agregó que estaba sorprendida por la participación de su hijo en el ataque, del que se enteró a través de la televisión.

La mujer de 35 años se mostró desorientada y dijo que no entendía por qué su hijo había hecho lo que hizo. "¿Cómo puede mi hijo ser llamado de asesino, mi Dios? Pero ¿de qué otra forma lo van a llamar si mató a toda esa gente en la escuela? Cuando me contaron lo que había sucedido, mi mundo se derrumbó", indicó.

Según el relato de Taucci, en el camino hacia el colegio, su hijo se detuvo en la tienda del tío, Jorge Antônio Moraes, hermano de su madre, donde ya había trabajado, le disparó y lo mató. "Perdí a mi hijo y mi hermano. Mi vida acabó".

"Él tenía internet, televisión por cable, tenía todo. ¿Y hace esto? Estoy con mucha rabia", agregó y aseguró que jamás desconfiaron de él. "Cuando juagaba con la computadora se quedaba como paranoico y gritaba a la pantalla: 'Te voy a matar, te voy a matar'".


Desempleada hace dos años y madre de otros cuatro niños, Taucci contó pasa muchas horas fuera de su casa y admitió que sus hijos fueron criados en gran medida por los abuelos. "La noche antes del ataque llegó de la calle de noche y le calenté la cena. Estaba todo bien. Comió arroz, frijoles y hamburguesa. Él adoraba lashamburguesa", relató por su parte el abuelo.

Monteiro y Luiz Castro ingresaron a la escuela con un revólver 38, una ballesta y hachas medievales para cometer la masacre: mataron a cinco adolescentes, a una coordinadora pedagógica, a una auxiliar no docente y a un hombre fuera del establecimiento. Ambos se suicidaron cuando estaban rodeados por la Policía.

Cientos de personas acudieron a primera hora de la mañana de este jueves al velatorio colectivo de algunas de las víctimas del tiroteo por parte de dos adolescentes en un colegio público de una ciudad de Sao Paulo. El gimnasio municipal Arena Suzanno, ubicado en el parque Max Ferrer, a pocas calles del colegio, acoge los cuerpos de seis de las víctimas fatales. Seis ataúdes dispuestos junto a algunas sillas dejan ver el cuerpo de los fallecidos, cuatro de ellos jóvenes alumnos de la escuela, a los que familiares y amigos acarician y dedican sus últimas oraciones. El pabellón acogió desde primera hora a cientos de personas, que en un silencio casi absoluto pasaron por los ataúdes descubiertos para dar el último adiós a las víctimas.

Marilena Ferreira (59 años, coordinadora pedagógica) Eliane Regina Oliveira (38 años, inspectora de la escuela) y los estudiantes Kaio Lucas da Costa (17), Claiton Antônio Ribeiro (17), Samuel Melquíades Silva de Oliveira (16) y Caio Oliveira (15) son los fallecidos que descansan en este espacio. Las otras dos víctimas de la tragedia, el estudiante Douglas Murillo de 16 años y Jorge Antonio de Moraes, de 51, tío de uno de los autores de la masacre y quien fue asesinado por su sobrino antes de que este cometiera el tiroteo en el colegio, prefirieron ceremonias más íntimas. En solidaridad con los fallecidos y sus familiares, el alcalde de Suzano, Rodrigo Ashiuchi y el ministro de Educación, Ricardo Vélez también asistieron al velatorio.

El ayuntamiento declaró luto oficial por tres días consecutivos, así como la suspensión hoy y mañana de las clases en todas las escuelas municipales y estatales en memoria a las víctimas.

La alcaldía también comunicó que las labores de atención a familiares y amigos de las víctimas que ya comenzaron ayer con la participación de 150 funcionarios y 80 voluntarios continuarán durante los próximos días para seguir asistiendo a los afectados.

Del mismo modo, hay prevista una reunión de educadores el próximo lunes día 18, cuando se retomen las clases en el municipio, para abordar la recuperación de la rutina en las escuelas después del trauma del que son vulnerables al menos 26.000 alumnos de escuelas municipales de Suzano.

Durante esta reunión, según el ayuntamiento, se planteará cómo concienciar junto a un equipo de psicólogos sobre el combate a la violencia y el acoso escolar, con el fin de restaurar "la cultura de la paz".


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