Esta movilización ocurre en el medio de uno de los peores momentos de contagiados y fallecidos y donde su gobierno está bajo presión por el cuestionado manejo que ha hecho de la pandemia que tiene ya casi 420.000 muertos.
Rodeado de un fuerte operativo de seguridad, Bolsonaro partió de la residencia oficial Palacio de Alvorada junto a cientos de motociclistas para recorrer durante una hora el centro de la capital, en una convocatoria para conmemorar el Día de las Madres.
"Tuvimos un problema gravísimo el año pasado, algo que nadie esperaba, la pandemia, pero poco a poco estamos venciendo. Pueden estar seguros: como jefe supremo de las fuerzas armadas jamás mi ejército irá a las calles para mantenerlos dentro de casa", dijo Bolsonaro a sus seguidores, concentrados en las afueras del Palacio de Alvorada tras el recorrido.
Al final del recorrido, Bolsonaro, férreo crítico del confinamiento social para enfrentar la pandemia, se tomó fotografías, estrechó manos con decenas de seguidores -muchos que al igual que él no llevaban tapabocas-, y agradeció el "apoyo a un gobierno que se identifica en gran medida con el ejército".
El 15 de mayo se prevé otra gran movilización de los seguidores del gobierno.
