El primer ministro británico y su rival opositor rindieron homenaje a la diputada asesinada

La campaña por el referéndum que determinará si el país continúa o no en la UE sigue suspendida por la muerte de Jo Cox.

El asesinato de la joven diputada laborista británica Jo Cox este jueves causó consternación en Gran Bretaña, a una semana del referéndum en el que el país definirá su permanencia o salida de la Unión Europea.

Cox, partidaria de la permanencia en el bloque continental, murió poco después de recibir disparos de un jardinero de 52 años por motivos desconocidos. Otras dos personas sufrieron heridas leves en el incidente, en el que varios medios informaron que el asesino gritó "Reino Unido primero", un lema que utiliza la ultraderecha británica. Esto no fue confirmado por la Policía.

En la noche del jueves hubo homenajes en distintos puntos del país. Cox, de 41 años, había sido electa como diputada por primera vez en 2015. En la ceremonia que reunió a su familia, su marido Brendan Cox pidió luchar contra el odio que provocó la muerte de la parlamentaria.

No se daba un asesinato de un político desde fines de los ochenta y principios de los noventa, cuando eran el blanco del Ejército Republicano Irlandés.

La campaña por el referéndum se suspendió luego de conocerse el ataque.


El primer ministro británico David Cameron acudió el viernes al norte de Inglaterra, donde brindó homenaje a Cox junto con el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, y pidió tolerancia a los británicos.

"Donde veamos odio, donde veamos divisiones, donde veamos intolerancia, tenemos que erradicarlas de nuestras políticas y de la vida pública y de nuestras comunidades", dijo Cameron, perteneciente al Partido Conservador, rival del Laborista. Cox era una defensora de los inmigrantes.


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