La protesta del sábado fue de las más violentas desde el encarcelamiento del músico el 16 de marzo.
La policía detuvo a un total de 14 personas en Barcelona tras una nueva noche de disturbios y vandalismo el sábado en esta ciudad española tras una manifestación para reclamar la excarcelación del controvertido rapero Pablo Hasél. Los manifestantes destrozaron mobiliario urbano, oficinas bancarias y se produjeron saqueos a múltiples comercios. Además algunas personas incendiaron una camioneta de la policía y atacaron un hotel.
La condena a los hechos fue casi unánime por parte de los diferentes dirigentes políticos: desde el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente en funciones de la región de Cataluña y la alcaldesa de Barcelona, cuestionaron duramente los incidentes violentos.
Las protestas comenzaron el 16 de febrero por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, de 32 años y oriundo de Lérida (Cataluña), condenado a nueve meses de prisión por enaltecimiento del terrorismo.
En tuits y canciones, el músico trató de "mafioso" al rey emérito Juan Carlos I, elogió a personas implicadas en atentados y acusó a la policía de matar y torturar a migrantes y manifestantes.
Su caso abrió un debate sobre la libertad de expresión en España y provocó protestas de jóvenes en todo el país, especialmente violentas en Cataluña, donde se han arrestado casi 140 personas.