La Casa Real rehusó a ofrecer cualquier información un día después de anunciar su exilio.
El paradero del rey emérito español Juan Carlos I es un enigma.
La Casa Real rehusaba dar información, el martes, un día después de anunciar su exilio.
La prensa en su conjunto daba por sentado que el antiguo jefe de Estado, salpicado por un escándalo de corrupción, había abandonado ya España, dato que ni la Casa Real ni el gobierno confirmaron.
Inicialmente se difundió que el rey emérito se habría instalado en República Dominicana, sin embargo la oficina de Migración de ese país lo desmintió.
Ayer por la tarde se indicó que en realidad se encontraría en Portugal, donde pasó una parte de su adolescencia, en la localidad de Azeitao, cerca de Lisboa.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez dijo desconocer su ubicación y sugirió que fue el actual rey el que presionó a su padre para salir del país.
"En primer lugar, el Gobierno, y yo como presidente, manifiesta su absoluto respeto a las decisiones que ha tomado la Casa Real. Manifestamos este absoluto respeto por cuanto hay detrás de la decisión que ha tomado la Casa Real, que es la distanciarse de supuestas conductas cuestionables, y reprobables, por parte de un miembro de la Casa Real", dijo el jefe de gobierno de España, Pedro Sánchez.
El rey Juan Carlos se vio salpicado en los últimos meses tras la publicación en la prensa de Suiza y España de múltiples informaciones sobre el cobro de comisiones presuntamente ilegales de la parte de Arabia Saudita.
El Tribunal Supremo español anunció en junio una investigación sobre estos casos y los posibles delitos del monarca, aunque solo se tomarán en cuenta los cometidos a partir de 2014 cuando perdió su inmunidad con su abdicación en favor de su hijo, el rey Felipe VI. La Fiscalía Suiza también lo investiga.
