Europa está transitando por una inusual ola de frío polar

Ha paralizado a Holanda y pone en jaque a Alemania e Inglaterra.

Holanda ha sufrido su primera tormenta de nieve en más de una década. Todos los elementos se aliaron para dejar al país totalmente bloqueado. Alemania e Inglaterra también han padecido el embate helado de la que los británicos han bautizado como "La Bestia del Este".

Ha sido un fin de semana de postales, de ciudades nevadas, olas furibundas y playas cubiertas por la nieve. Parte de Europa sufrió un azote polar, que tiñó de blanco amplias zonas de Alemania, Holanda y el Reino Unido.

"La Bestia del Este. Parte dos". Así es como el humor británico ha bautizado esta tormenta, provocada por vientos fríos procedentes de Rusia. En el este de Inglaterra, varios centros de vacunación contra la Covid-19 tuvieron que echar el cierre, sin tiempo para avisar a sus clientes.

"Tenía cita esta tarde a las cuatro y media y me arriesgué a venir", dice un hombre, frustrado por haber hecho el viaje en vano.

En Alemania, las intensas nevadas y las temperaturas bajo cero pusieron en jaque a varias regiones del oeste y el norte del país, convirtiendo las carreteras en peligrosas pistas de hielo. Hubo cientos de accidentes. Al menos 28 personas resultaron heridas. La policía intervino para cortar el tráfico en varias autopistas.

"Hay fuertes ráfagas de viento y nieve. Las carreteras están resbaladizas -explica Boris Kuest, oficial de la Policía de Carreteras de Lingen-. Las autoridades están haciendo todo lo posible para mantener las vías de la autopista abiertas. No obstante, se aconseja a los ciudadanos renunciar a los desplazamientos si no son absolutamente necesarios".

Pero el golpe más duro e inesperado fue para Holanda. El país quedó totalmente paralizado por la primera tormenta de nieve en más de una década. Una nevada que vino acompañada de frío extremo y ráfagas de viento de hasta 90 kilómetros por hora.

Este cóctel obligó a declarar la alerta roja en todo el territorio y cortar el tráfico ferroviario, aéreo y por carretera.

En Francia, el problema no vino de la nieve sino de la lluvia, que ha desbordado ríos y provocado graves inundaciones en varias localidades de la región de Charente-Maritime, en el suroeste del país. Cientos de personas tuvieron que ser evacuadas de sus viviendas.

En París, la estatua de Zuav, en el puente de Alma, que sirve de indicador popular durante las inundaciones, quedó parcialmente sumergida debido a la subida del nivel del río Sena.

 


Las Más Vistas