Se han ordenado fumigaciones masivas en varios países del continente. Ya hubo casos hasta en Estados Unidos, pero el epicentro es Brasil.
El virus zika ya está presente en casi todos los países del continente americano, y en varios de ellos las autoridades ordenaron fumigaciones masivas para enfrentar al aedes aegypti, el mosquito que transmite esa enfermedad al igual que hace con el dengue y la chikungunya.
La Organización Panamericana de la Salud estima que el zika se va a expandir por todos los países de América Latina y hasta el sur de Estados Unidos, que ya está en alerta y tiene doce casos confirmados. Tres de ellos sucedieron en el estado de Florida, y autoridades de Nueva Jersey y de Illinois también confirmaron el tratamiento de personas infectadas. El primer caso se dio en Hawaii, el de una persona que viajó a Brasil y murió allí.
En Brasil, se han dado casos de microcefalia en fetos por infección de madres embarazadas. El bebé nace con partes del cerebro reducidas y dañadas, y esas malformaciones acarrean desde dificultades motoras y cognitivas a lesiones incompatibles con la vida. El gobierno ya cuenta casi 4.000 casos sospechosos de haber desarrollado la anomalía. Fallecieron ya 49 bebés, pero todavía no hay datos de las consecuencias graves que el virus posiblemente deje. El epicentro está en el estado de Pernambuco, al nordeste, aunque ya se ha extendido por otros 20.
El jueves se detectó el primer caso en Israel, en una niña de dos años que regresó de un viaje a Colombia. La alarma ante la rápida expansión del virus ha llevado a que las autoridades sanitarias de ese país recomienden a las mujeres que no queden embarazdas en los próximos meses. En EE.UU., recomendaron a las mujeres gestantes que no viajen a América Latina.
Algunos expertos sanitarios brasileños coinciden en que el gobierno minimizó la potencia de la enfermedad por su costumbre de luchar contra el dengue. Se creyó que el zika solo causaba daños en la piel y resultó ser mucho más complicado.
En Argentina, la presidente de Médicos del Mundo asoció la expansión del aedes aegypti a consecuencias del cambio climático, además de valorar que la situación es de "emergencia socioambiental" en Uruguay, Paraguay y el litoral argentino.
