La Policía comenzó a trasladar a las personas a campamentos manejados por ONGs.
El gobierno griego comenzó el desalojo del campamento informal de refugiados de Idomeni, en la frontera con la exrepública yugoslava de Macedonia. Desde fines de febrero, el área se convirtió en un depósito de seres humanos, una vez que se cerró la ruta balcánica.
La Policía Antidisturbios se trasladó desde su base a las afueras de Atenas para desalojar a las 8.500 personas y llevarlas a campamentos oficiales habilitados por el Ejército y gestionados por ONGs, la mayoría en el norte del país.
De los más de 54.000 refugiados e inmigrantes económicos que hay actualmente en Grecia, cerca de 30.000 se concentran en las provincias del norte. Después de prohibir el acceso al campamento a los periodistas, cerca de 1.400 agentes se desplegaron para llevar a cabo la operación.
