El saldo de víctimas aumentó a al menos 41 personas fallecidas, entre ellas 2 niños y un miembro de la tripulación.
Así registraba un pasajero las llamas y los gritos de horror al incendiarse el avión Superjet 100 que tomó fuego al realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto ruso de Shemeretievo.
La nave había despegado una media hora antes, pero los pilotos declararon una emergencia y retornaron al aeropuerto de partida. Al tocar tierra el avión colisionó con la pista y estalló en llamas, con los tanques de combustible llenos.
Una fuente anónima vinculada a la investigación dijo a la agencia Interfax que la hipótesis principal es que un rayo habría impactado en el avión, lo que llevó a los pilotos a activar la señal de emergencia y generó la pérdida de comunicación por radio y el fallo de los sistemas eléctricos.
Según la misma fuente, las dos cajas negras, el registrador de voces y el de los parámetros de vuelo se recuperaron y ya fueron entregados al comité interestatal de aviación. El estado en que se hallan permite la lectura de los datos, lo que insumirá entre dos y cuatro semanas.
El avión llevaba 73 pasajeros y 3 tripulantes. El presidente ruso, Vladimir Putin, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y ordenó un investigación a fondo de las causas de la tragedia.
