Jefe de Policía Federal mexicana es destituido tras hechos violentos

Enrique Galindo fue destituido para que se investiguen recientes hechos violentos en los que han estado involucrados uniformados, como la ejecución extrajudicial de 22 civiles o la muerte de ocho personas durante una protesta en Oaxaca.

"En el marco de los hechos recientes y por instrucciones del presidente de la República, el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, se ha separado de su cargo", dijo en un mensaje a la prensa el secretario de Gobernación (Interior), Miguel Angel Osorio Chong.

El funcionario no detalló los hechos que obligaron a la destitución de Galindo, se limitó a señalar que tiene como objetivo "facilitar que las autoridades correspondientes lleven a cabo una investigación ágil y trasparente de cara a la ciudadanía".

Manelich Castilla, hasta ahora jefe de la División de Gendarmería de la PolicíaFederal, fue nombrado comisionado general en sustitución de Galindo, quien fue nombrado en el cargo en diciembre de 2012, al inicio de la presidencia de Enrique Peña Nieto.

El 18 de agosto pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, defensoría) divulgó una investigación en la que señala a la Policía Federal de haber ejecutado extrajudicialmente a 22 civiles en un operativo antidrogas de mayo de 2015 en el poblado de Tanhuato, en el estado de Michoacán (oeste).

En su investigación, que derivó en una recomendación a la Policía Federal, la CNDH concluye que los uniformados cometieron "violaciones al derecho a la vida por el uso excesivo de la fuerza que derivó en la ejecución arbitraria de 22 civiles".

Este operativo contra el pujante cártel Jalisco Nueva Generación en un rancho de Tanhuato es uno de los enfrentamientos más violentos que se han registrado desde que el gobierno federal lanzó un operativo antidrogas en diciembre de 2006. El choque se saldó con 41 presuntos criminales muertos y un policía federal.

El mismo día que la CNDH presentó su informe, el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, rechazó que la Policía Federal hubiera cometido ejecuciones arbitrarias y aseguró que el enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y los presuntos criminales se desató cuando éstos se negaron a entregar sus armas.

La CNDH recomendó al gobierno federal investigar los hechos de Tanhuato a profundidad y entregar a los familiares de las víctimas una compensación económica.

Autoridades también investigan la participación, el 19 de junio pasado, de policías federales en un confuso enfrentamiento con civiles durante protestas de la disidencia magisterial en el poblado de Nochixtlán, en Oaxaca, que se saldó con ocho muertos, siete de ellos por herida de bala.

Los policías federales acudieron al poblado para intentar desmontar un bloqueo carretero encabezado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación para protestar contra una reforma educativa en vigor desde 2013.

Sobre la actuación de los policías federales, Galindo señaló en un principio que los uniformados acudieron desarmados a la protesta pero tuvieron que retroceder y regresar armados luego de ser acechados por unas 2.000 personas enfurecidas, algunas de ellas armadas.

Pero testigos señalan que los uniformados fueron los primeros en abrir fuego. Imágenes en distintos medios contradicen también la versión de Galindo.

Los hechos de Nochixtlán son los más graves en materia de contención de protestas civiles en los que se ha visto involucrada la Policía Federal, creada en enero de 1999.

(AFP)


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