La líder opositora fue acusada de recibir aportes ilegales de la constructora brasileña Odebrecht para su campaña presidencial de 2011.
La justicia peruana envió ayer a prisión preventiva a la poderosa líder opositora Keiko Fujimori, acusada de recibir aportes ilegales de la empresa constructora Odebrecht. El juez Richard Concepción Carhuancho impuso prisión preventiva por 36 meses a la hija del expresidente Alberto Fujimori. El magistrado ordenó la detención inmediata de la diputada, acusada de dirigir una organización criminal dentro de su partido, Fuerza Popular, que blanqueaba dinero de origen ilícito.
La orden de prisión preventiva fue pedida por el fiscal José Domingo Pérez, que la acusa de recibir 1 millón 200 mil dólares aportados en forma ilegal por Odebrecht para su campaña presidencial de 2011.
La noticia de la decisión del juez fue recibida con protestas a favor y en contra. "Me da mucha pena señor, porque hoy en día la criminalidad, la persecución, la cacería de brujas, han salido victoriosos, ellos son los que han ganado", dijo María, una seguidora de Fujimori.
"Como ciudadanos venimos a expresar que lo que está haciendo Concepción Carhuancho es algo bueno, está haciendo respetar todos los derechos de los peruanos y en este caso como a los fujimoristas no les parece lo que uno dice entonces actúan con agresión, golpeando con sus palos, tirando huevos, tirando agua, insultando", aseguró Bryan, que está en contra de Fujimori.
Keiko Fjimori arriesga hasta 20 años de prisión en el juicio que ahora debe enfrentar, mientras su partido político entró en una crisis interna y su padre el expresidente Alberto Fujimori está internado en una clínica, en calidad de detenido desde que la justicia anuló su indulto a inicios de octubre. Cuando sea dado de alta debe volver a cumplir su condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción.
