El anillo del papa es una pieza única que cada pontífice recibe durante la misa de inicio de su pontificado.
Como todo en la Iglesia Católica, el fallecimiento y nombramiento de un papa tiene innumerables tradiciones y pasos que deben cumplirse a cabalidad. Con la muerte de este lunes de Francisco se pusieron en marcha una cantidad de pasos que tendrán su fin en el humo blanco y la tradicional frase en latín: Habemus papam.
¿Qué es lo primero que sucede cuando se constató el fallecimiento del sumo pontífice? Aunque médicamente ya exista la certeza de la muerte, el cardenal "camarlengo" -la autoridad que gestionará el Vaticano hasta la elección del próximo papa- debe pararse frente al fallecido pontífice y nombrarlo tres veces por su nombre de bautismo, en este caso Jorge Mario Bergoglio. Si no responde, se lo declara muerto.
En ese momento se puede informar a los cardenales de todo el mundo la noticia de la muerte del pontífice y se precinta la habitación en la que estaba viviendo la convalecencia.
Luego, y antes de informarlo a la población, se debe destruir el anillo del papa. Su rotura implica el fin de su papado.
Llamado "Anillo del Pescador" -en referencia a San Pedro, el primer papa y de origen pescador-, se trata de una pieza única que cada papa recibe durante la misa de inicio de su pontificado.
En su nombramiento, Francisco eligió tener un gesto de humildad: el anillo no era de oro macizo como habitualmente, sino de plata dorada.
El elemento debe ubicarse en el dedo anular de la mano derecha y es, en ocasiones, besado por los interlocutores que se encuentran con el papa.
Al morir, el camarlengo debe retirar el anillo del dedo del papa y presenciar su destrucción con un martillo.

