La ruptura de un dique minero en Brumadinho, al sureste de Brasil, provocó la contaminación del río Paraopeba con el derrame de lodo y residuos

La ruptura del dique ya deja cerca de 100 personas fallecidas y aún hay más de 250 desaparecidos.

Como consecuencia, una comunidad indígena de la región perdió su suministro de agua potable.

“Ellos nos quitaron una parte de nuestra reserva, ellos mataron una parte pero nosotros somos un pueblo de resistencia y vamos a salir de esto, vamos a continuar, aunque el río murió pero nosotros vemos que la naturaleza depende de nosotros para preservarla”, afirmó Hayo Pataxo Ha-ha-hae, jefe de la comunidad indígena Nao Xoha.

Según estimaciones oficiales, la marea de lodo y residuos podría seguir avanzando hasta la represa de las Tres Marías y hay temores de que se viertan en el rio San Francisco, de gran importancia económica y social.

La ruptura del dique ya deja cerca de 100 personas fallecidas y aún hay más de 250 desaparecidos.

El siniestro generó acusaciones de activistas y políticos contra la minera Vale, propietaria del dique, que ha sido blanco de una ofensiva judicial, con cuantiosas multas y millonarios bloqueos de cuentas.

Los señalamientos también alcanzan al gobierno de Jair Bolsonaro, crítico de los controles ambientales.


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