Así lo informó el laboratorio luego de realizar pruebas con las nuevas mutaciones del coronavirus.
La vacuna de Pfizer y BioNTech contra el coronavirus mantiene casi toda su eficacia frente a las variantes británica y sudafricana.
Ambas empresas informaron que las pruebas in vitro realizados con el virus original y las mutaciones registradas "no demostraron la necesidad de una nueva vacuna", pero aclarararon que siguen "vigilando estas variantes" y que "están listos para reaccionar" si alguna de ellas finalmente resiste a la vacuna.
El laboratorio estadounidense y el alemán se basan en un estudio de investigadores de la universidad de Texas y de un experto de Pfizer, "apoyado" por ambas compañías y publicado (pero aún no releído por otros especialistas) en una página especializada.
Los autores enfrentaron los anticuerpos generados por 20 personas vacunadas con las dos dosis de Pfizer-BioNTech durante los ensayos clínicos a tres mutaciones del virus creadas en un laboratorio y que incluían las principales mutaciones de las variantes británica y sudafricana del virus.
Estas mutaciones se sitúan en la proteína Spike del coronavirus, esas puntas tan características que están en su superficie y le permiten adherirse a las células humanas para penetrarlas.
Los laboratorios reconocieron que la neutralización fue "ligeramente más débil" en las tres mutaciones de la variante sudafricana que en las tres mutaciones de la británica.
Pero creen que la "flexibilidad de la vacuna, basada en la tecnología del ARN mensajero", que inyecta en el cuerpo hebras de instrucciones genéticas que dicen a nuestras células qué hacer, es "apropiada para desarrollar nuevas versiones de la vacuna si es necesario".
