Los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos continúan con su campaña de acusaciones cruzadas a pocos días de las elecciones

La pandemia del coronavirus está en el centro de los discursos.

El candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, advirtió el miércoles que controlar el covid-19 va a requerir un esfuerzo inmenso y que no hay un botón mágico para terminar con la pandemia.

"No ando con la falsa promesa de ser capaz de poner fin a esta pandemia pulsando un interruptor. Pero lo que puedo prometerles es esto: empezaremos desde el primer día haciendo las cosas correctas. Dejaremos que la ciencia impulse nuestras decisiones. Trataremos honestamente con el pueblo estadounidense. Y nunca, nunca, nunca renunciaremos. Así es como eliminaremos este virus", dijo el candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos.

Biden, de 77 años, permaneció en su residencia de Delaware y votó anticipadamente.

El candidato demócrata volvió a criticar a su rival sobre la situación sanitaria, que ha acaparado la campaña en un país donde hay más de 227.000 muertos por covid-19.

Por su parte el mandatario Donald Trump, que busca la reelección, sigue con su frenético ritmo de campaña ajeno al virus y este miércoles centraba su campaña en Arizona e ignoró la crisis de Covid-19, en un entorno en el que muchos de sus simpatizantes ni siquiera usaron mascarillas mientras lo vitoreaban con energía.

Según una encuesta del compilado de sondeos FiveThirtyEight.com, un 57,4% de los estadounidenses desaprueban la gestión de Trump frente al Covid-19.

“Los votantes van a votar temprano, pero realmente van a votar el martes, quieren esperar hasta el martes, esa es la tradición, al menos la tradición conmigo, que también sucedió la última vez. Y lo llamo una gran ola roja y creo que verán algo que será increíble”, dijo Donald Trump.

Sin pruebas Trump retornó a su acusación sobre un posible fraude en las elecciones.

Unos 74,7 millones de estadounidenses ya emitieron su sufragio, la cantidad de votos emitidos anticipadamente sugiere dos cosas: la primera es que en estas elecciones habrá un récord de participación y la segunda es que probablemente los resultados no se conocerán en la noche de la reñida votación.


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