Los escorpiones se están acostumbrando a la vida de ciudad en Brasil y crecen los casos de picaduras

Los expertos atribuyen a factores ambientales y geográficos la proliferación de esta especie en las grandes ciudades del país.

Los escorpiones están cada vez más adaptados a la vida urbana de Brasil y, con la llegada del verano austral, las autoridades se han visto obligadas a reactivar su batalla contra estos artrópodos que han encendido las alertas en algunos barrios de Sao Paulo.

"Todo Sao Paulo está tomado por estos bichos", advierte a EFE la bióloga Denis Cândido, quien desde hace más de treinta años trabaja en el Instituto Butantan, un centro de investigación responsable, entre otras labores, de la elaboración del suero antiescorpiónico.

Las altas temperaturas y la humedad del aire aumentan la actividad de estos arácnidos nocturnos que, atraídos por sus presas (cucarachas, grillos y arañas), se desplazan en busca de nuevos refugios, según explicó a Efe Eduardo De Masi, coordinador de un grupo de control de fauna del Ayuntamiento de Sao Paulo.

Estas condiciones, comunes entre los meses de diciembre y marzo, estimulan su reproducción, con el agravante de que la especie del escorpión amarillo, la más mortífera en Brasil, es partenogenética, lo que significa que la hembra puede reproducirse sin la necesidad de ser fecundada por un macho.

El letal alacrán amarillo ha ganado terreno en las grandes ciudades del país y en los últimos años ha causado decenas de muertes en el estado de Sao Paulo.

Por ello, la Secretaria Municipal de Salud ha emprendido una cruzada contra los escorpiones, especialmente en las zonas norte y este de la ciudad más poblada de Brasil, donde han sido registrados el mayor número de casos.

Yasmine Masri, vecina del barrio de Tautapé, asegura que nunca ha visto un escorpión, pero los vecinos le han alertado del "problema" y decido tomar medidas para evitar la presencia de estos arácnidos.

"Blindé toda mi casa. Coloqué barreras en las puertas de acceso para impedir la entrada de los escorpiones y también de las cucarachas. Puse rejas de acero en todos los desagües grandes", contó Masri a EFE.

"No es nada aterrador, no es nada alarmante, pero todo el mundo tiene que tener cuidado y precaverse", reconoció.

EFE


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