Es por la cooperación en la fabricación de la vacuna contra la Covid-19 para tratar de abastecer a una buena parte de los países latinoamericanos.
En su primer de visita a México, el presidente argentino, Alberto Fernández, recorrió la planta del laboratorio Liomont, que envasa la vacuna anticovid de AstraZeneca, ubicada en Ocoyoacac, un municipio prácticamente vecino de la capital.
Fue un gesto simbólico del acuerdo bilateral para acelerar la fabricación del antídoto y el proceso de inmunización a las poblaciones de ambos países y del resto de la región.
El 12 de agosto del 2020, Argentina y México anunciaron un acuerdo para producir para Latinoamérica la vacuna contra el coronavirus desarrollada por el laboratorio AstraZeneca en colaboración con la universidad británica de Oxford.
Las vacunas, financiadas en parte por la Fundación Carlos Slim, son fabricadas en el laboratorio argentino perteneciente al Grupo Insud, y el envasado corre a cargo del laboratorio mexicano Liomont.
"Eso va a permitir un acceso oportuno y suficiente de la potencial vacuna para todos los países de la región", destacó entonces Fernández.
América Latina es hoy la región más azotada por la pandemia con más de 20 millones de contagiados y alrededor de 650.000 muertos, y los planes de inmunización avanzan de manera muy desigual entre los países ante la escasez de antídotos.
Por todo ello, el eje México-Argentina, al menos en cuanto a la producción de vacunas 'made in' Latinoamérica, es visto con buenos ojos.
Además, Argentina ayudó a México a recibir la vacuna rusa Sputnik V, que se ha convertido en una alternativa para toda América Latina.
