Manifestación masiva en el Centro de Buenos Aires debido a la inestabilidad económica

Mientras tanto, Macri reunió a su gabinete y el candidato opositor Roberto Lavagna llamó a consensos y a detener las políticas electoralistas.

Según la coordinadora nacional de Barrios de Pie, Silvia Saravia, una de las organizaciones sociales que junto a partidos de izquierda convocó a la marcha, es "grave" que el Gobierno de Mauricio Macri y el opositor peronista favorito a las elecciones de octubre, Alberto Fernández, se preocupen más por "el mensaje que se le da al sector financiero que respuestas concretas para la mayoría de la gente".

"Lo que hace falta es que la gente tenga un plato de comida en la mesa, pareciera que la principal preocupación está puesta en otro lado", insistió en declaraciones a Efe.

Aun así, en la manifestación la mayor parte de los cánticos se concentraron en contra de Macri, a quien parte de la sociedad argentina considera responsable de haber llevado a la situación actual.

En las primarias del pasado domingo, Fernández, del Frente de Todos y que lleva como compañera de fórmula a la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), sacó una diferencia de 15 puntos a Macri, que de repetirse en los comicios de octubre le valdrá para hacerse con la Presidencia en primera vuelta.

Tras las primarias, entre otras reacciones económicas, el dólar se apreció un 27,7 % ante el peso, que conllevaron un descenso del poder adquisitivo al verse reflejada la devaluación en la inflación.

Si "se traslada a lo que cuesta la canasta básica de los alimentos, un 30 % de inflación (sic) va a impactar directamente en lo que cuestan los alimentos", indicó Saravia, quien lamentó que la pobreza puede aumentar a porcentajes mayores al 32 % que hay en la actualidad, según datos oficiales.

Los manifestantes se concentraron en varios puntos del centro porteño, como el Obelisco de la avenida 9 de Julio, y confluyeron en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Gobierno, la Casa Rosada.

A pocos metros de allí, en el Centro Cultural Kirchner, Macri se reunía con las principales figuras del oficialismo para tratar de reconducir la campaña de cara a las presidenciales, un día después de anunciar medidas económicas para paliar los efectos de la crisis y las turbulencias en los mercados financieros.

Para Saravia, se trata de medidas electoralistas y no en pos de la recuperación económica.

"No tenemos confianza en que el Gobierno vaya a resolver la situación económica. Solo les importa la elección y no les importan las personas, creemos que solo están pensando en sus cargos", sostuvo.

Criticó que Alberto Fernández, cuyo foco de campaña es el aumento de la pobreza durante los años de Macri en el poder, haya puesto su interés en calmar a los mercados después de las elecciones, tras una conversación con el actual presidente.

El presidente argentino congregó a los altos funcionarios de su gobierno en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires y les aseguró que la victoria aún era posible. “No hay un presidente virtual”, dijo, en referencia al peronista Alberto Fernández, “solo hay un presidente real, que soy yo, y voy a tomar decisiones”.

La ceremonia en que el macrismo intentó volver a ponerse en pie congregó a unas mil personas y se desarrolló a puerta cerrada, sin acceso para la prensa. Hubo que reconstruir el contenido de los discursos a partir de explicaciones de los asistentes. En una jornada en la que los mercados financieros argentinos se mantuvieron tranquilos, gracias a la conversación telefónica “constructiva” que mantuvieron el miércoles Macri y su rival, Alberto Fernández, hablaron el propio Macri, el aspirante a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y la diputada Elisa Carrió.

Como es habitual en el personaje, Carrió, que en las últimas horas denunció un supuesto y rocambolesco fraude electoral organizado por narcotraficantes a favor del peronismo, se mostró especialmente incendiaria y comparó a Alberto Fernández con el presidente venezolano Nicolás Maduro. Es el tipo de afirmación que tiende a desestabilizar los mercados, justo lo que menos le conviene ahora a Mauricio Macri y al país.

El presidente trató de insuflar ánimo a los suyos. “Vamos a ganar, vamos a dar pelea”, proclamó. “He tenido muchas adversidades, me ha costado vencerlas, pero eso es lo lindo”. Macri admitió que la situación era muy difícil. “Me siento muy orgulloso hoy, como presidente, como argentino, de que todos ustedes estén hoy acá tan comprometidos aún desde el dolor, el dolor nos está haciendo crecer para ratificar todo lo que hemos hecho”.

El gran vencedor de las primarias, el peronista Alberto Fernández, mantuvo por su parte el tono moderado y conciliador en sus declaraciones públicas. En una entrevista con Radio Mitre señaló que le parecía razonable un precio del dólar cercano a los 60 pesos, más o menos el que se registraba en la jornada del jueves, y volvió a pedirle a Macri que actuara más como presidente y menos como candidato. “La situación es tan delicada que le pido que prevalezca el presidente, porque si no podemos complicar todo todavía más”, explicó, “y todos queremos que los mercados se calmen”.


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