El disparador de la huelga fue el cierre de una planta de fertilizantes.
Desde hace 18 días, más de 20.000 empleados de Petrobras están en huelga en protesta por el cierre de una planta de fertilizantes en el estado de Paraná, que derivó en el despido de unos 1.000 empleados y la venta de activos de la empresa iniciada en 2015. Cerca de 1.000 personas se unieron a una manifestación este martes en Rio de Janeiro.
“No es nuestra intención cortar la producción o desabastecer al país. Pero quien está haciendo esto de forma irresponsable es la administración de la empresa que no acepta negociar. Tenemos la disposición de garantizar la producción con una negociación y aún así la empresa no acepta. Entonces quien asume un posible desabastecimiento es la propia gestión de Petrobras”, expresó Alexandre Finamori, vocero de la Federación Única de Petroleros.
Según la Federación Única de Petroleros, que aglutina diferentes sindicatos del sector, 21.000 obreros se adhirieron a la huelga en 121 unidades de la empresa estatal, entre plataformas, refinerías, fábricas y sedes administrativas, el equivalente a un tercio de la plantilla de Petrobras. El lunes una decisión judicial declaró “ilegal” el movimiento, definido por los empleados como la mayor huelga en el sector desde 1995 y autorizó a Petrobras a sancionar a los funcionarios que no regresen a trabajar.
“Entendemos que nuestra huelga es legítima. Es una huelga legal. Es una huelga que defiende el acuerdo colectivo. La huelga es contra el incumplimiento del acuerdo colectivo”, agregó Finamori.
Tras varios reveses judiciales, los huelguistas obtuvieron este martes una victoria, cuando el tribunal laboral que está mediando el conflicto determinó que los despidos queden suspendidos hasta la próxima audiencia entre empleados y la empresa, dentro de dos semanas. Líderes sindicales se reunían este miércoles en Rio de Janeiro para definir "los próximos pasos" de la huelga.
AFP
