El presidente visitó Orlando y estuvo con familiares de las víctimas del ataque en la discoteca Pulse.
"Si no actuamos seguiremos viendo más masacres como esta, porque elegiremos permitir que ocurran", dijo el presidente de Estados Unidos Barack Obama durante su visita al memorial de las víctimas de la discoteca Pulse en Orlando, donde murieron 49 personas. En declaraciones a los medios tras las reuniones que tuvo en la ciudad -recientemente shockeada por una serie de tragedias- el mandatario lamentó que para un terrorista sea fácil obtener armas extraordinariamente potentes, como el fusil automático del asesino Omar Mateen.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2009, Obama viajó a nueve localidades del país tras tiroteos masivos. El del domingo fue el más mortífero que sufrió Estados Unidos desde los atentados del 11 de setiembre del 2001; el récord de tiroteo masivo lo tenía la masacre de Virginia Tech de 2007, con 32 víctimas.
"Una vez más, como ha ocurrido muchas veces antes, he sostenido y abrazado a madres y padres que me han preguntado por qué sigue ocurriendo", explicó Obama. "A ellos no les importa la política, y a mí tampoco". El presidente aprovechó para recordar que los últimos ataques terroristas en el país -el de Orlando y el de San Bernardino- fueron cometidos por ciudadanos estadounidenses, lo que a su juicio demostraría que hacen falta medidas más allá del enfoque estrictamente militar.
