Se la imputó por recibir sobornos y otorgar obras públicas durante su gobierno y los de su marido.
Con este caso la exmandataria acumula doce procesamientos y seis pedidos de prisión preventiva, mientras aguarda una autorización para viajar a Cuba en julio y visitar a su hija.
El juez Claudio Bonadío procesó en esta ocasión a la senadora por el delito de cartelización en obras públicas y la señala como jefa de una asociación ilícita que recaudó fondos ilegales.
De acuerdo con la Justicia, Fernández recibía sobornos y direccionaba las adjudicaciones de las obras y los peajes de las rutas nacionales a través de sus funcionarios en el Ministerio de Planificación, que también fueron procesados junto a una lista de 100 empresarios, entre ellos un primo del actual presidente Mauricio Macri.
Este caso derivó de los llamados “cuadernos de coimas”, donde el chofer de un subsecretario del gabinete de Fernández registraba por escrito los bolsos con dinero que debía transportar.
Cristina Fernández, que integrará la fórmula presidencial con Alberto Fernández como candidata a la vicepresidencia, tuiteó al conocer la noticia un fragmento de un discurso del papa Francisco donde se refiere al uso del Poder Judicial para perseguir a opositores.
