Surgió en la década de 1960 para combatir la depresión, pero luego se adulteró y se transformó en droga sintética.
Apodada "la cocaína de los pobres" y la "droga de los terroristas", la droga sintética "captagón" se produce industrialmente en Siria y se expande por todo Medio Oriente.
Este jueves volvió a ser noticia luego de que el vocero del ejército israelí Roni Kaplan escribiera en su cuenta de X (exTwitter): "Captagón es el nombre de la droga que encontramos en los cuerpos de los terroristas de #Hamas. La misma que usaba el Estado Islámico, aún cuando el islam lo prohibe. Fue utilizada para cometer las atrocidades en el marco de la invasión de 7/10".
Captagon es el nombre de la droga que encontramos en los cuerpos de los terroristas de #Hamas. La misma que usaba el Estado Islámico, aún cuando el islam lo prohibe. Fue utilizada para cometer las atrocidades en el marco de la invasión de 7/10.
— Roni Kaplan (@CapitanKaplan) October 19, 2023
Originaria de la década de 1960, surgió como un medicamento para combatir la depresión, el déficit atencional y la narcolepsia. Sin embargo, con los años se prohibió por su alto potencial adictivo.
En las últimas décadas volvió a la escena en Oriente Medio, pero ya no como medicamento, sino como droga con sus componentes adulterados.
Su apodo de "droga de los terroristas" tiene dos ascendencias: primero porque su producción se asoció durante años al Estado Islámico, grupo terrorista que perpetró numerosos atentados años atrás. En segundo lugar, porque por su capacidad de inhibir el dolor y la sensación de miedo se utilizó por los propios terroristas para cometer los ataques. A este segundo punto apunta Kaplan: la supuesta insensibilidad que generó en los terroristas para cometer las mencionadas atrocidades.
Se produce esencialmente en Siria y diversas investigaciones periodísticas y policiales apuntan directamente al gobierno de Bashar al-Assad como -al menos- cómplice de su creación y exportación. Se consume en toda la zona de Oriente Medio, con foco especial en Arabia Saudita y para su distribución también han sido señalados grupos terroristas como el libanés Hezbolá.
Según cifras oficiales, recopiladas por AFP, al menos 110 millones de tabletas de captagón se incautaron en Medio Oriente en los primeros siete meses de 2023.
Tiempo atrás, en un reportaje de la agencia AFP, se entrevistó a un joven de Irak que se internó en un centro para adictos. "Te hace dinámico, te da energía y te mantiene despierto", dijo el hombre proveniente de Al-Anbar, una provincia desértica del oeste de Irak, fronteriza con Siria y agrega que "está en todas partes", ya que una pastilla cuesta dos dólares.
Pasó dos semanas en el Centro, volvió a casa y más tarde regresó al centro temiendo volver a caer en la tentación, porque el captagón "te lleva a la prisión o a la muerte".