El objetivo es lograr un acuerdo amplio que abarque diferentes servicios y actividades.
Comenzó en Bruselas la reunión de los ministros de Comercio de la Unión Europea, que deben abordar los desafíos pendientes en las negociaciones de un acuerdo de asociación con el Mercosur y de la actualización del Tratado de Libre Comercio con México, para poder cerrar los textos antes de fin de año.
En el caso del acuerdo con el Mercosur, Francia y otros países ya avisaron que no quieren "bloquear ni precipitar" su conclusión, y han insistido en que "la sustancia prima por encima del calendario”.
En las negociaciones persisten preocupaciones de los europeos –en particular de Francia– sobre el impacto del tratado en su sector agrícola.
Los países europeos mantienen intereses ofensivos y defensivos y, todavía, será necesario encontrar "soluciones para las sensibilidades de varios Estados miembros", explicaron fuentes diplomáticas en Bruselas.
Una docena" de países europeos aún mantienen reticencias sobre productos agrícolas "sensibles" como el etanol, el pollo, el azúcar o la miel. En la última ronda de negociaciones, la UE presentó una oferta tarifaria que tenía en cuenta sus preocupaciones en el ámbito agrícola.
El objetivo es lograr un acuerdo amplio que abarque bienes agrícolas e industriales, así como servicios, licitaciones públicas, propiedad intelectual, aduanas y facilitación del comercio y las barreras técnicas al comercio.
En paralelo a la reunión de los ministros de comercio en Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, el finlandés Jyrki Katainen, hizo un viaje relámpago a la región para dar una fuerte señal política a los negociadores del acuerdo. Primero se reunió con Macri en Buenos Aires y viajará a Brasil, donde almorzará con los cuatro cancilleres de los países del Mercosur, para hablar específicamente de los temas más sensibles de la negociación Unión Europea-Mercosur.
