Dos son venezolanos, dos chilenos y dos franceses. Los venezolanos fueron liberados, los chilenos deportados y se desconoce aún la identidad de los detenidos franceses.
Los periodistas fueron detenidos el martes en el palacio presidencial de Miraflores, cuando daban cobertura a un acto político convocado por el oficialismo.
Los comunicadores Maiker Yriarte y Ana Rodríguez, ambos venezolanos, fueron puestos en libertad este miércoles, tras pasar diez horas detenidos en la sede del Poder Ejecutivo, informó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela.
Los obligaron a firmar un acta que da cuenta del trato dado y que afirma que se garantizaron los derechos como la comunicación, cuando en realidad fueron expuestos a agresiones verbales, dijo el Sindicato.
Mientras tanto, el presidente chileno, Sebastián Piñera, había exigido la "inmediata liberación" de sus ciudadanos al tiempo que informó que se estaban realizando todas las gestiones necesarias desde las instancias diplomáticas.
Horas más tarde, el canciller chileno informó que los periodistas chilenos Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona de TVN serían deportados tras catorce horas detenidos. “Esto es lo que hacen las dictaduras: pisotear la libertad de prensa y acallar con violencia la libertad", escribió en Twitter.
El sindicato de Trabajadores de la Prensa en Venezuela indicó que los dos periodistas franceses, que trabajan en la producción del programa Quotidien, están detenidos en la sede del Poder Ejecutivo y que las autoridades diplomáticas "mantienen en reserva la identidad de ambos".
La periodista brasileña Janaína Figueiredo, que volvió el martes a Brasil desde Venezuela, dio cuenta de las miserias que viven los venezolanos y los obstáculos y la violencia que sufren los periodistas en el país petrolero.
“Trabajar en Venezuela es muy complicado. Fui asaltada en el segundo día de cobertura, atada, en fin, violencia por todos lados. Violencia en las calles y violencia estatal. Así está la cosa estimados, tenebrosa. Y lo” más grave es que los venezolanos viven en la oscuridad, sin información, casi sin prensa”, escribió.
