Acnur repartió calentadores, pero el invierno es anormalmente frío en la zona.
El invierno golpeó a Siria con dureza y con temperaturas de hasta 10 grados bajo cero, y los que se llevan la peor parte son los refugiados que siguen escapando del régimen del presidente Bashar al Asad y de su guerra con los rebeldes que buscan derrocarlo y contra los terroristas de Estado Islámico, que buscan instaurar su propio gobierno. El frío es poco común para el país árabe, y cientos de refugiados afrontan las condiciones en una situación precaria.
En el campo de refugiados de Latakia, donde la mayoría son mujeres y niños, todos sufren por igual. Testimonios recogidos por la agencia Euronews muestran parte del dolor que allí se vive.
La Agencia para los Refugiados de ONU brindó calentadores de combustible y refuerzos para las viviendas de los refugiados sirios en el Líbano, quienes viven uno de los inviernos más duros fuera de sus hogares.
