Su primera alocución ante la Eurocámara se produjo un día después de que los líderes de la Unión Europea le dieran su ultimátum final para evitar el Grexit.
EFE - Reformas creíbles con responsabilidades compartidas. Esa fue una de las peticiones del primer ministro griego, Alexis Tsipras, en el pleno del Parlamento Europeo, para el tercer plan de rescate que solicitó el país heleno. Su primera alocución ante la Eurocámara se produjo un día después de que los
Tsipras reconoció que más allá de la falta de acuerdos con los acreedores internacionales, hay otros aspectos que su Gobierno debe solucionar:
Es cierto que en Grecia hay distorsiones del pasado que deben eliminarse, como por ejemplo la distorsión de la jubilación anticipada. Tuvimos la iniciativa de eliminarla sin que nadie nos lo dijera.
El primer ministro griego asimismo respondió al diputado alemán Manfred Weber apelando a la solidaridad de todos los socios europeos para superar la difícil situación económica que atraviesa Grecia:
Quiero recordar al señor Weber que el momento de solidaridad más importante de la historia reciente fue en 1953, cuando su país quedó endeudado y saqueado después de dos guerras mundiales y todos los países europeos mostraron su apoyo en el acuerdo de Londres de ese año. Todos decidieron hacerse cargo del 60% de la deuda alemana y acordaron un plan de crecimiento. Ese fue el acto de mayor solidaridad de la historia europea reciente.
Poco antes el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) recibió la petición de Grecia para un tercer programa de ayuda de tres años de rescate con una cantidad cercana a los 50.000 millones de euros.
La carta, enviada por el ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, alude a reformas que afectarán a la fiscalidad y las pensiones.
