Turquía reclama más dinero para manejar la crisis de refugiados en cumbre de la Unión Europea

A pesar de los problemas con la libertad de prensa en su país, el primer ministro turco se mostró optimista e incluso habló de la posibilidad de sumarse al bloque.

Cerrar las puertas a algunos refugiados a cambio de abrírselas a otros es a grandes rasgos la fórmula que se debate en la cumbre sobre la crisis migratoria que comenzó este lunes en Bruselas, sede del gobierno de la Unión Europea. Allí se hicieron presentes los jefes de Estado de los 28 países que integran el bloque continental, además del primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu.

La UE pretende que el gobierno turco frene el flujo de inmigrantes ilegales y refugiados hacia Europa, que persiga las redes de tráfico, readmita a aquellos migrantes que la unión rechace, y acelere la realización de proyectos para los refugiados sirios con los €3.300 millones prometidos. Turquía espera a cambio que se concrete el proceso pactado para que los turcos viajen por el Viejo Continente sin exigencia de visado.

"La cumbre demuestra lo indispensable que es Turquía para la Unión Europea, y la Unión Europea para Turquía. Tenemos muchos retos por delante, y la única manera de responder a ellos es con solidaridad", afirmó Davutoglu. "Estoy seguro de que estos desafíos pueden resolverse gracias a nuestra cooperación, y Turquía está preparada para trabajar con la unión y ser parte de la unión también".

Se trata de una semana negra para las libertades en Turquía, donde fue intervenido el diario de mayor tiraje por sus críticas al presidente Recep Tayyip Erdoğan. Al llegar a la cumbre, el primer mandatario francés François Hollande aludió al problema: "La cooperación con Turquía no significa que aceptemos todo de Turquía. Tenemos que tener una vigilancia extrema, yo la tengo, con respecto a ciertas medidas que se han tomado. Especialmente sobre la libertad de la prensa. La prensa tiene que ser libre en todas partes".

Y si bien el presidente actual del Parlamento Europeo, Martin Schulz, afirmó que la libertad de prensa es un elemento no negociable del bloque, todo indica que Europa hará la vista gorda con tal de recibir apoyo turco para contener la crisis.


Para atender a los refugiados, Turquía pidió a la UE otros €3.000 millones, el doble de lo prometido en un primer momento. Ahora, los países europeos estudian la propuesta y otras presentadas por Davutoglu en la cumbre. El político turco se mostró siempre optimista.

A cambio del dinero, Turquía se compromete a aceptar la devolución de los inmigrantes económicos y refugiados que lleguen a Grecia a partir de una fecha específica que no se concretó todavía. La UE se ofreció a acoger a un número equivalente desde suelo turco, y el Parlamento Europeo confirmó que está dispuesto a hacer lo que sea para acelerar el proceso para los visados para Turquía. También está sobre la mesa el tema de si aceptar la adhesión del país euroasiático al bloque.


El contrabando de personas en Turquía sigue siendo un negocio floreciente pese al trabajo de las autoridades al respecto. El viaje de miles de refugiados hacia Europa comienza a menudo en un barrio de Estambul con una plaza conocida como "la de los contrabandistas". Decenas de personas se reúnen allí por la noche con bolsas de basura llenas de chalecos salvavidas, y entre los contrabandistas hay muchos sirios. Uno de ellos, Alí, habló con la agencia Euronews y contó cómo se lleva a cabo el proceso de extracción de los refugiados.

A pesar de todas sus maniobras, a veces son interceptados y tras pagar una multa vuelven al punto de partida. Pero la mayoría de los viajes terminan en ciudades costeras de Turquía que están a un corto pero potencialmente mortal viaje en barco hasta las islas griegas. Alí admitió que a algunos contrabandistas no les importa poner en peligro a sus transportados. "En el momento en que llegan los inmigrantes, lo que quieren es deshacerse de ellos cuanto antes", apuntó.


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