A partir de octubre el exmandatario podría tener un régimen semiabierto que le permitiría trabajar.
Lula da Silva cumple desde abril de 2018 una sentencia de 12 años y un mes de cárcel en Curitiba. Lula fue condenado por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Este martes un tribunal integrado por cuatro magistrados del tribunal superior de justicia resolvió reducir la pena a un total de 8 años y 10 meses:
"La pena definitiva de corrupción pasiva va a fijarse en 5 años, 6 meses y 20 días y para el crimen de lavado 3 años y 4 meses de reclusión, totalizando 8 años, 10 meses y 20 días”, explicó el juez Reynaldo Soares.
Esta resolución permite que Lula tenga un régimen de prisión semiabierto con derecho a trabajo diurno una vez alcanzado un sexto de su condena, que se cumpliría en octubre.
Lula fue condenado por recibir un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá de parte de constructoras que obtuvieron contratos con la empresa estatal Petrobras.
La condena que recibió en primera instancia por parte del entonces juez Sergio Moro fue de 9 años y medio y posteriormente un tribunal de segunda instancia la elevó a 12 años y un mes. La pena queda ahora establecida en 8 años y 10 meses.
