La imagen de calles vacías y bares cerrados se repitió en diversos puntos de Europa donde este fin de semana entraron en vigor medidas más drásticas para frenar la segunda ola de la pandemia del nuevo coronavirus

La canciller Angela Merkel pidió el sábado a los alemanes su colaboración para controlar la pandemia de coronavirus, y advirtió que lo que sucederá en Navidad "se decidirá en los días y semanas venideros".

"Encuéntrense con mucha menos gente, ya sea al aire libre o en casa. Renuncien a cualquier viaje que no sea realmente necesario, a cualquier celebración que no sea imprescindible. Por favor, quédense en casa, en su lugar de residencia, tanto como sea posible",  comentó Angela Merkel, canciller de Alemania.

 

Alemania era vista como un ejemplo de gestión de la pandemia para muchos vecinos, pero ahora registra cifras de nuevos contagios que no se vieron ni siquiera en la primera ola, aunque en aquel momento no se realizaban tantas pruebas de diagnóstico.

En Francia, entró en vigor el sábado el toque de queda decretado por el gobierno entre las 21h y las 6h en varias regiones del país, entre ellas París.

Por su parte, el gobierno de Bélgica decidió que los cafés y los restaurantes cerrarán desde el lunes durante un mes y también habrá un toque de queda por la noche.

 

"Hace meses que nos esforzamos. Hemos hecho inversiones. Observamos a la gente. Actuamos como gendarmes. Y todo eso, ¿para qué? Para cerrarnos de nuevo, ¡un mes! Y nos dicen "van a estar bien, son solo cuatro semanas", exclamó Grégory Dinoir, dueño de un restaurante en Francia. El país registra una de las tasas de mortalidad más elevadas del mundo, con 89 fallecidos por cada 100.000 habitantes, y según el primer ministro, semana tras semana las cifras se duplican.

"Además de este problema sanitario, existe un estrés psicológico y económico. Sientes que realmente hay tensión. La gente se enoja por nada. La gente ya no sabe cómo es su vida cotidiana. Es como que estábamos escondiendo algo que no sabíamos", explicó Dissou Nzeza, un estudiante del país.

 

En el Reino Unido el país más enlutado de Europa, unos 28 millones de personas viven desde el sábado regidos por nuevas restricciones. Las reuniones de familia y amigos que no viven bajo el mismo techo están prohibidas en Londres y en otras zonas de Inglaterra.

En algunas regiones en alerta "muy alta", las restricciones son aún más severas.


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