Las largas filas y estrictas medidas sanitarias por el coronavirus marcaron la jornada histórica en Chile, donde los ciudadanos eligen este domingo si quieren cambiar o no la actual Constitución

A pesar de no haber cifras oficiales del porcentaje de votantes, la afluencia de votantes en todo el país hace suponer que se superará el 50% de participación de las últimas elecciones presidenciales, con un sistema de voto no obligatorio.

El documento original fue redactado durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990). Además, los chilenos también eligen sobre el mecanismo para elaborar la nueva Carta Magna.

El Servicio Electoral chileno estableció un protocolo sanitario para evitar los contagios por coronavirus durante el plebiscito, como el uso obligatorio de tapabocas, alcohol gel, distanciamiento social y estableciendo aforos en los interiores de los centros de votación.

Debido a los retrasos que podrían provocar la aplicación de las medidas sanitarias, el Gobierno estableció que la votación se extenderá hasta las 20 horas (habitualmente es hasta las 18 horas) para evitar las aglomeraciones.

Las principales figuras políticas votaron sin mayores complicaciones en general.

El presidente Sebastián Piñera, votó primera hora de la mañana, en un colegio de la comuna de Las Condes en Santiago y aseguró luego en una conferencia de prensa que “la inmensa mayoría de los chilenos quieren cambiar, modificar y perfeccionar la Constitución”.


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