Es un hombre no vidente de 61 años que vive en Mercedes. Su amor por la docencia y la idea de dejar abierto un camino para otros, le dieron la fuerza necesaria para recibirse.
A José Enrique Amuz le llevó 20 años recibirse de profesor de matemática pero dice que cualquier esfuerzo que haya tenido que realizar por ser no vidente valió la pena para llegar a este día en que rendía su último examen.
Hace 28 años tuvo una enfermedad llamada Uveítis y pese a los tratamientos y operaciones terminó perdiendo la vista. Empezó a estudiar profesorado de matemática hace 20 años pero se encontró con docentes que no le daban clases, cambio de planes y otras trabas burocráticas. Este miércoles recibió su título dejando esas dificultades atrás.
Su gusto por la enseñanza quedó confirmado en las prácticas que hizo mientras estudiaba. Sostiene que ese amor por la docencia es lo que lo llevo a sobreponerse de las dificultades.
