Esta fue la conclusión de la Comisión Investigadora de Accidentes de Aviación del Ministerio de Defensa.
El documento al que accedió el diario El País fue enviado a la Junta de Accidentes de Aviación Civil de Argentina dado que el avión estaba matriculado allí y nueve de los diez muertos eran de esa nacionalidad.
Los pasajeros estaban vinculados al grupo empresarial La Rural, que participaba del proyecto del centro de convenciones y predio ferial de Punta del Este. De acuerdo al documento, el avión estaba autorizado para volar con dos tripulantes y seis pasajeros. En Argentina le habían sacado dos butacas y habían colocado otro tipo de asientos para que pudieran viajar ocho pasajeros.
En Laguna del Sauce un marinero de la base naval relató a los investigadores que el avión demoró más tiempo de lo normal carreteando por la pista. Este testimonio dio a entender que estaba sobrecargado de combustible y pasajeros.
Según el marinero, el avión alcanzó los 150 metros y giró hacia la izquierda y luego cayó a pocos metros de la orilla de la Laguna del Sauce. El piloto trató de virar hacia ese lado para dirigirse a Buenos Aires, lo que hizo que perdiera sustentabilidad porque volaba a poca velocidad y a baja altura.
El informe de la Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación asegura que el avión no estaba en condiciones de realizar vuelos comerciales y que los pilotos no contaban con suficiente entrenamiento en ese tipo de aviones.
