Los hogares linderos al Olimar siguen muy inundados y el operativo de regreso todavía es lento.
En Treinta y Tres el agua del río Olimar empezó a bajar y el sol que hubo este martes permitió a algunas personas dar comienzo al operativo regreso. Otros, sin embargo, prefirieron esperar si se cumplen los pronósticos de nuevas precipitaciones.
Algunas casas que están cerca del río todavía tienen mucha agua adentro, lo que complica el retorno. Los vecinos recuerdan la inundación del 2007 y su miedo de que se repitan las pérdidas que sufrieron en aquella oportunidad.
En el gimnasio municipal siguen alojando a decenas de damnificados para quienes el hecho de que el agua los expulse de sus hogares no es algo nuevo.
