El periodista de Telemundo Alfonso Lessa habló en su columna sobre el encare del gobierno uruguayo de la situación de derechos humanos en el país caribeño.
Signo de los nuevos tiempos: los dos temas que ocupan la Cumbre de las Américas en Panamá van en sentidos absolutamente opuestos. Por un lado el diálogo histórico entre Cuba y Estados Unidos, por el otro la postura sesentista del gobierno de Venezuela, cuyo carácter arcaico queda más destacado por el restablecimiento de relaciones entre el gobierno de Barack Obama y el de Raúl Castro.
El futuro no parece fácil para Nicolás Maduro y el chavismo, no solo por la dramática situación económica y los problemas sociales y políticos producto del desgobierno, sino también en relación con el contexto internacional y regional, y tampoco solo por el mencionado acercamiento entre EE.UU. y Cuba, a pesar de algunos movimientos torpes de Washington en relación con Caracas.
El gobierno de Brasil, por ejemplo, no tiene nada que ver con el venezolano, y aunque en su momento ese país con Lula presidente prefirió incorporar a Venezuela al Mercosur para controlarlo mejor -así lo reconocieron-, ahora tiene demasiadas preocupaciones domésticas y no está en condiciones de ayudar a nadie. Tampoco Chile se identifica con el chavismo, ya se sabe, en Paraguay han cambiado mucho las cosas y en Argentina gane quien gane nada va a volver a ser igual. En Uruguay como se ha visto también las cosas han cambiado, y las diferencias que existen en el oficialismo ya viniendo al país no son solo de matices, como se las quiere presentar, sino que son diferencias profundas y tienen que ver con la verdadera creencia o no en la democracia política.
Hay quienes están hablando de no intervención, con el canciller Nin y su destaque de que los derechos humanos no reconocen fronteras, tal como reclamaba la izquierda en el Uruguay cuando pedía apoyo internacional contra la dictadura que nos gobernaba. Situación precisamente con la que el canciller Nin comparó a esta Venezuela, a este gobierno que ha sido denunciado en cuanto foro internacional y por cuanto organismo de los derechos humanos existe por la violación de estos últimos.
Cabe recordar que mientras Nin manifestaba esto y el presidente Vázquez expresaba su preocupación por los muertos que habían existido en la represión del gobierno, aquí hubo una marcha con varios dirigentes del Frente hace poco en apoyo al régimen chavista. Cabe recordar también que en su momento el Gral. Líber Seregni se negó a recibir a Hugo Chávez, a quien entre otras cosas ligaba con militares ultranacionalistas de derecha, en esos coqueteos que tuvo para un lado y para el otro.
Unas cuantas cosas han cambiado en el mundo y en la izquierda uruguaya, pero la verdad es que cuesta mucho, sino resulta imposible, imaginar al Gral. Seregni encabezando una marcha en apoyo a este régimen denunciado en cuanto foro internacional existe.
