El aumento en los porcentajes de aportación aún "se está ajustando con el Ejecutivo", aseguró Virginia Romero.
Autoridades de la Caja de Profesionales y representantes del Poder Ejecutivo continúan negociando soluciones para la crítica situación financiera que vive la institución. En diálogo con Telemundo, la presidenta de la Caja, Virginia Romero, contó este viernes que la próxima semana se presentarán "los últimos cálculos" y seguidamente se establecerán los cambios para "solventar los próximos años" de la institución.
La idea de Romero es que las modificaciones rijan a partir de enero de 2023 y sirvan como "solución a corto plazo". Más allá que el Ejecutivo y los partidos políticos trabajan en un anteproyecto de reforma integral de la seguridad social, la situación financiera de la Caja hace que necesite más cambios que estarán por fuera de ese proyecto de ley.
"Reclamábamos el IASS (Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social) que pagan los pasivos de la Caja, pero el gobierno ya dijo que no. Reclamamos también un aumento de los timbres y seguimos negociando. Por eso estamos con las medidas propias de la Caja: el aumento del porcentaje de aporte de los activos y una contribución de los pasivos", narró sobre las variantes para solventar la institución.
Además, se propondrá crear cinco categorías más (actualmente hay diez) para que el "cambio de categoría no sea tan abrupto".
Sobre el aumento del porcentaje de aportación de los sueldos, Romero dijo que aún no está definido dado que "se está ajustando con el Ejecutivo".
Consultada si los afiliados estaban de acuerdo con este punto, respondió: "Lo que ocurre es que tenemos que adecuarnos a la realidad del ejercicio profesional".
La situación económica de la institución ha sido definida por el ministro de Trabajo Pablo Mieres como "muy grave".
“Hay que buscar fórmulas que reviertan la tendencia de perder patrimonio porque en ese caso la Caja no podría pagar sus obligaciones por dos años", dijo en abril el secretario de Estado.
