Se lanza este lunes por la tarde la campaña de recolección de firmas para derogarla.
El mecanismo elegido implica que tendrá plazo hasta el 25 de marzo para juntar 55.000 firmas, un 2 % del padrón electoral. Si lo logran, la Corte Electoral deberá convocar a una instancia que se realizará un domingo, en el que tendrán que alcanzar el 25 % de los habilitados, unas 650.000 personas. Recién si se cumple esa etapa se convocará entonces a un referéndum con voto obligatorio donde la gente deberá decidir por sí o por no a la ley.
Los promotores del referéndum cuestionan también que la ley prevea otorgar viviendas a personas trans, y un cupo del 1% de los llamados para empleos en el Estado. La iniciativa tendrá también el apoyo del diputado Álvaro Dastugue, del sector de Verónica Alonso. La senadora dijo la semana pasada a Telemundo que ella no hará campaña pero firmará, y que si es electa presidente derogará la ley.
El mecanismo elegido es el mismo que se utilizó en el año 2012 contra la ley que despenalizó el aborto. En aquella oportunidad los promotores no lograron el 25 % del padrón electoral: sólo obtuvieron el 8,92 %.
La palabra de Iafigliola:
Que se haga una ley con nombre y apellido no me gusta. La ley dice que las personas trans tendrán becas estudiantiles por encima del resto de los ciudadanos. El 1 % de los cargos públicos tiene que ser cubierto por personas trans. En muy pocos años todos los trans serán empleados públicos. Se les da vivienda por encima del resto de los ciudadanos.
¿Por qué? Uno de los caminos previstos por la Constitución es recoger un 2 % del electorado. Tenemos 150 días de la fecha promulgada. Si la Corte Electoral recibe las 55.000 firmas, se empieza el paso dos: se debe convocar a una elección donde la ciudadanía decide si sigue adelante con este recurso de referéndum. Estamos en contra del tema de fondo. He firmado referéndums con los que no estaba de acuerdo con los temas de fondo.
