También se prevé crear centros especializados para atender a pacientes con esta enfermedad.
Este viernes en Telemundo el presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, Luis Núñez advirtió que con esfuerzo Uruguay llega a las 700 camas de cuidados intensivos con 150 pertenecientes al sector público, aunque en promedio el 60 por ciento suele estar ocupada, por lo que el número real de camas disponibles ante una eventual explosión de casos de Covid 19 es bastante menor.
Al respecto, el diario El País informa este domingo que en una reunión entre autoridades de la Junta Nacional de Salud y los prestadores -ASSE, mutualistas y seguros- se los instó a elaborar un plan que permita aumentar el número de camas disponibles un 30%, lo que acercaría la cifra a las 900.
No obstante, ese plan supone el incremento correspondiente de recursos económicos, humanos y equipamientos. Según informa el matutino abrir una cama de CTI requiere un licenciado y un auxiliar de enfermería: el primero no puede tener a su cargo más de cuatro pacientes y el segundo hasta dos, medida que se flexibilizará durante la pandemia.
Al respecto, la Federación de Funcionarios de la Salud Pública cuestionó esa intención advirtiendo que con el límite actual de pacientes por personal de la salud ya son horas críticas de trabajo y estrés. Otro factor a considerar es que un paciente promedio ocupa cama de CTI por un período de 7 a 10 días, mientras que los afectados por Covid-19 suelen estar en ellas por entre 15 y 20.
Otra carencia del sistema son los respiradores, actualmente cerca de 550 en todo el país. Para aumentarlos se reasignarán fondos brindados por el Banco Interamericano de Desarrollo y poder comprar otros 400 que los prestadores pagarán a cuatro años sin intereses, junto con aparatos de monitoreo. Esa inversión alcanzaría los 6,5 millones de dólares, informa El País.
