Se trata de separar los restos humanos y las lápidas de los escombros.
Primero se está estableciendo dónde persiste peligro de derrumbe y apuntalando esos lugares para que se pueda trabajar. Luego comenzará la tarea del equipo que integran un antropólogo biológico, cuatro arqueólogos y un docente de la facultad de ingeniería que toma imágenes escáner 3D.