Cómo la tecnología modificó nuestra postura y qué hacer para disminuir los daños

Usamos tanto el teléfono y pasamos tanto tiempo sentados frente a la computadora que los científicos empezaron a detectar ciertos patrones.

Las personas pasamos entre dos y cuatro horas todos los días con los ojos clavados en la pantalla del celular. Eso sin contar el tiempo que pasamos sentados frente a la computadora, ya sea por trabaja o entretenimiento.

A raíz de estas cifras, varios investigadores en todo el mundo analizaron y estudiaron cómo las nuevas tecnologías modificaron la postura del cuerpo humano.

Una de las dolencias más comunes se llama “cuello de WhatsApp”. Este dolor se caracteriza por ubicarse debajo de la nuca y en la cervical. La molestia se genera cuando encorvamos el cuello para mirar el teléfono, una posición que las cervicales no pueden mantener por mucho tiempo sin afectarse.

Otro de las dolencias se denomina “pulgar atascado”, que es cuando las articulaciones de los dedos -sobre todo el pulgar- se tensan debido al uso de las articulaciones del pulgar hacia la cara interior de la mano. Un movimiento necesario para escribir en la pantalla de un celular.

Se estima que el tiempo de scroll medio está en los 62 minutos por día, es decir que los dedos recorren, al menos, 180 metros todos los días sobre la pantalla.

Ambas dolencias se potencian, y suman a la espalda, cuando caminamos usando el teléfono. “Andando debemos tener una postura erguida y correcta. Si vas mirando el teléfono se rompe el eje de alineación del cuerpo porque el cuello va doblado”, explicó un especialista a El País de España.

La publicación también agrega que “la inclinación continuada supone una mayor sobrecarga de las vértebras y los tejidos blandos. A largo plazo esto produce discopatías y hernias”.

Para prevenir todas estas dolencias, los expertos recomiendan llevar el teléfono a la altura de los ojos para evitar flexionar la columna.

Usar almohadillas de descanso para el mouse de la computadora.

Y también levantarse de la silla cada media hora para estirar las piernas por unos minutos.

Todos estos hallazgos son una oportunidad para la prevención de lesiones. Estar atentos a la postura y corregirla cuando sea necesario es la mejor manera de evitar mayores complicaciones.


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